Una foto de archivo de Ernesto Valverde en la Ciutat Esportiva / EFE

Una foto de archivo de Ernesto Valverde en la Ciutat Esportiva / EFE

Primer equipo

El dilema que atormenta a Valverde en el Barça

El técnico vasco ha conseguido un pleno de victorias en este inicio de temporada, pero la falta de contundencia defensiva le preocupa vísperas al inicio de la competición europea

17 septiembre, 2018 17:03

Ernesto Valverde no le convence la línea defensiva de su equipo. En su primera temporada al mando del banquillo azulgrana, el 'Txingurri' elaboró a un equipo que, sin perder su identidad y la posesión del balón, era un bloque ofensivo muy difícil de franquear. Un año después y con la Liga recién empezada abandonó Anoeta "un poquito preocupado". Fue una de las primeras frases que expresó en la rueda de prensa tras el partido frente a la Real Sociedad, pese a conseguir los tres puntos.

Una frase que evidencia las preocupaciones del técnico sobre la contundencia defensiva: la portería no se queda a cero. Pese al gran momento de forma de Ter Stegen, que volvió a erigirse como el héroe del partido en Anoeta con tres intervenciones de mérito, el técnico vasco entiende que el guardameta puede ser el salvador del equipo en un partido, pero no como norma general. Hasta tres intervenciones determinantes tuvo que realizar el alemán para mantener a su equipo con vida. 12 punto de 12 en la Liga, pero el técnico vasco no acaba de estar convencido.

Prioridades defensivas

Valverde tiene muy claras cuales son las prioridades del equipo está temporada. El triplete sería histórico, pero el Barça quiere la Champions y continuar su hegemonía en el campeonato doméstico. Sabe que en Europa se pagan caros los errores defensivos como los de ayer en San Sebastián y que en ese tipo de partidos quizás no hay margen de mejora. Por ello, quiere estudiar y encontrar la tecla para sanar esa brecha que se ha erigido en la línea defensiva del equipo. Los contrataques de la Real Sociedad fueron un dolor de cabeza constante. Posesiones de balón muy largas, acabaron en las botas de los vascos que podrían haber aumentado el marcador hasta en tres ocasiones. 

La alineación es la misma de la temporada pasada, exceptuando el lateral derecho, que se turnan Semedo y Sergi Roberto, un carril que parece que el portugués nunca conquistará de forma definitiva. Otro mal partido y otro cambio a la media parte rumbo al vestuario. Y es que la preocupación de Valverde es real. Hasta la fecha, en cuatro partidos de liga y la final de la Supercopa de España, el Barça ha encajado gol en tres de ellos --solo se salva el debut de Liga frente al Alavés y contra el Valladolid-- y de forma muy temprana. Algo que aumenta la preocupación respecto a la defensa. Frente al Sevilla el equipo encajó en el minuto 8, contra el Huesca en el minuto 2 y en Anoeta en el 12. Todos ellos en el primer cuarto de hora. Algo que brinda una conclusión muy clara: sus jugadores no salen suficientemente enchufados al partido. 

A remolque

Este aspecto tiene dos vertientes. La parte más negativa y que preocupa seriamente a Valverde es el hecho de tener que ir a remolque. Sí es cierto que el Barça no suele cambiar el guión del partido y su estilo de juego pese a ir por detrás en el marcador, pero Valverde prefiere ser proactivo y marcar los ritmos y tempos del partido. Los azulgranas han gozado de más de 70 minutos, al menos hasta ahora, para dar la vuelta a marcadores adversos, pero Europa no perdona. Y Ernesto lo sabe. Su esquema del año pasado, un 4-4-2, blindó la portería defendida por Ter Stegen, pero se perdía mucha presencia ofensiva. Ahora, quiere que el equipo vuelva a un esquema de 4-3-3, y aunque sabe que le expone más defensivamente, de esta forma puede cuajar a sus estrellas en el once inicial. 

El 'Txingurri' se vio obligado a rotar por el parón de selecciones y con el partido del PSV a la vuelta de la esquina, pero no puede permitir perder puntos en el campeonato en el que el Barça es el rey. Si cambia el once y pierde potencial, el equipo volverá a estar condenado al once inicial toda la temporada. Sin descansos y con muchos riesgos. Tal y como ocurrió la temporada pasada. 

El Barça se rehace

Algo que si destaca como positivo es la capacidad de reacción del equipo. Posiblemente, dos temporadas atrás el Barça no se hubiera rehecho de un gol tan tempranero en un campo 'maldito'. Esta temporada ya lo ha hecho hasta en tres ocasiones, algo que valora positivamente, pero que quiere evitar. Su pregunta: ¿Por qué tenemos que remontar cuándo podemos empezar ganando? Valverde debe reforzar la medular en tareas defensivas para proteger a los zagueros --algo que por el momento solo consiguen la dúpla Rakitic-Busquets-- y, a su vez, conseguir que la solvencia defensiva dure 90 minutos.

De momento, no cuenta con los fichajes, algo que se le recrimina, pero visto el rendimiento defensivo del equipo podría costarle algún disgusto. El vasco es un técnico tradicional y poco rompedor. Le gusta jugar a lo seguro y asumir pocos riesgos. Los recién incorporados necesitan minutos para coger continuidad de juego y, sobre todo, poner mucho de su parte para que no se noten las sustituciones cuando lleguen.