Una foto de Josep Maria Bartomeu y Eric Abidal / FCB

Una foto de Josep Maria Bartomeu y Eric Abidal / FCB

Primer equipo

El gran problema para el mercado de fichajes tiene nombre y apellido

La necesidad del club de vender a algunos jugadores y la obsesión con el retorno de Neymar colocan a un jugador en la cuerda floja

15 julio, 2019 10:56

La plantilla del Barça para la temporada 2019-20 va cogiendo forma. Tras la presentación de Frenkie De Jong, Neto y este domingo Antoine Griezmann, los refuerzos azulgranas van llegando paulatinamente a la espera de que se concreten otras demarcaciones importantes como un lateral zurdo, un central o un delantero centro.

Posiciones prioritarias semanas atrás que ahora penden de un hilo por otra de las operaciones del verano: el regreso de Neymar Jr. al Camp Nou. La posible llegada del brasileño no solo pondría en jaque la economía del club, la convivencia del vestuario y los estatus salariales dentro del equipo, sino que además, deportivamente, pondría en una situación límite a un jugador en el que el Barça tiene depositadas grandes esperanzas: Ousmané Dembelé.

Asimismo, también condenaría a uno de sus amigos más cercanos a salir por la puerta de atrás del club. Philippe Coutinho está a la espera de ver qué sucede con su futuro y pese a que desde el club se le declara oficialmente intransferible, la situación es otra. Su nombre es el primero de una larga lista de transferibles junto a jugadores como Samuel Umtiti, Malcom Oliveira o Rafinha

Los mejores en el Camp Nou

Las sensaciones que desprende su situación distan notablemente del discurso que se pronuncia desde todas las vías posibles. Éric Abidal fue el último en hablar del jugador. Ocurrió durante la presentación de Griezmann --otra de las grandes amenazas para Coutinho el próximo curso-- del que habló con incertidumbre: "¿Coutinho? Queremos a los mejores en la plantilla", y añadió: "Todos los jugadores de la plantilla son importantes. Es cierto que los agentes durante los mercados presionan, pero nosotros, internamente, sabemos el nivel de Coutinho, lo que puede aportar y la visión que el entrenador y el club tienen de él".

Un discurso que podría tranquilizar al brasileño pero que no corresponde con la realidad. De llegar Neymar Jr. su rol en el equipo quedaría en un segundo plano, pero su salida sería una obligación económica. Un jugador de gran cartel internacional para financiar la llegada de otra estrella. El problema fundamental es la incógnita que genera el próximo curso y su estado de ánimo. Está claro que el carioca no es la alegría de la huerta, tan habitual en los futbolistas brasileños, pero desde que llegó nunca se ha sentido cómodo. Ya sea por la demarcación en la que juega, por falta de adaptación a su nuevo rol o la presión de ser el fichaje más caro de la historia del club.

 El escenario es incierto. Que siga parece improbable, pero el Barça no tiene ninguna oferta firme por el mediapunta, motivo por el que la opción de incluirle en alguna operación gana enteros. Además, tampoco ayuda a mejorar la situación su negativa a recalar en según que clubs. El United le quiere, pero Cou se niega a reforzar al rival histórico del Liverpool. Son días de análisis y de estudiar hipotéticos escenarios en los que casi ninguno está Coutinho en el verde. Tras el culebrón de Griezmann, empieza el de Coutinho.