En los últimos choques, parece que Quique Setién finalmente ha dado con la tecla para hacerle hueco a Griezmann en su idea de juego. Tras una más que discutida temporada, donde el francés ha destacado por su esfuerzo y compromiso, pero no tanto por su influencia en ataque; finalmente El Principito explotó contra el Villarreal.
El cambio de esquema a un 4-3-1-2, con Messi de mediapunta, y el francés junto a Luis Suárez como principales referencias, resultó determinante para acoplarle en el terreno de juego. En La Cerámica, se vio a un Griezmann mucho más cómodo, con movimientos constantes pero esta vez, sí pudiendo encontrar a sus compañeros. El gran ejemplo de su subidón de confianza fue la auténtica obra de arte que consiguió, superando con una maravillosa vaselina a Asenjo.

Antoine Griezmann celebra un gol del Barcelona / EFE
Asimismo, en el partido contra el Espanyol demostró que su mejoría no fue un simple espejismo. Fue el más activo de la delantera, y volvió a conectar con Messi en el gol que dio la victoría al conjunto culé. El francés ha vuelto a encontrarse, y gran parte de culpa la he tenido el apoyo del vestuario.
Luis Suárez, clave
Griezmann lo pasó mal tras sus tres suplencias consecutivas, y sobre todo tras el feo gesto de Setién en el enfrentamiento contra su ex equipo, el Atlético. Sin embargo, fueron precisamente Leo Messi y Luis Suárez los que lideraron a la plantilla, para ayudar al delantero a afrontar su sentimiento de frustración. Algo que cambió por completo la mentalidad de Griezmann.

Especialmente determinante ha sido el aliento del atacante charrúa, su gran valedor dentro del vestuario. Desde el primer día, Luis se portó muy bien con él, con detalles personales y consejos sinceros, ayudándole a relacionarse con Messi. Ni Antoine ni Leo son los tipos más locuaces del vestuario, pero Suárez les juntó y propició sus charlas. Y estó resultó decisivo para que se entendiesen también dentro del terreno de juego.
Tras el partido contra el Espanyol, volvió a reforzar la figura del atacante galo. "La idea era buscar una buena fórmula para tratar de conocernos. Siempre va a tener nuestro apoyo", sentenció el uruguayo. Y es que el feeling entre el tridente no deja de mejorar por segundos.