Messi, durante un partido con el Barça / EFE

Messi, durante un partido con el Barça / EFE

Primer equipo

Messi descubre quién es la mejor alternativa a Luis Suárez

El descanso del uruguayo demostró de nuevo la faceta goleadora del argentino junto a Coutinho y Dembelé

18 enero, 2019 16:38

El Barça busca un delantero en este mercado de invierno. Las alternativas al puesto de Munir son variadas, pero pocos arietes de categoría quieren recalar en el club catalán sabiendo que serán la sombra de Luis Suárez. La oferta es variada, pero la necesidad del conjunto azulgrana es conocida por todos, algo que todos los clubes conocen y que aumenta el precio de cualquier futbolista. A mitad de temporada, con un contrato que quizás no sobrepasa los seis meses y con muy pocos minutos por disputar.

Con este escenario, Ernesto Valverde volvió a dar descanso al charrúa frente al Levante en la vuelta de octavos de la Copa del Rey. Suárez entró la última media hora de partido, pero su presencia en el verde fue testimonial. Lo intentó, como siempre, pero el resultado (3-0) invitaba a la calma. El Barça dominó, buscó el cuarto gol, pero la eliminatoria estaba sentenciada. 

Los goles fueron trabajo de Dembelé, por partida doble, y de Messi en una noche en la que los focos se centraron más en las oficinas y los despachos que en el verde. Messi no eludió su cita con el gol, y de nuevo volvió a sorprender en una posición que conoce a la perfección. Falso nueve liberado. Se adaptó a las exigencias del juego, tuvo presencia en la medular y también en la frontal y el área. 

Sin referencia

Cierto es que al Barça le faltó una referencia ofensiva. La ausencia de Suárez fue patente en los primeros compases del partido. Nadie estaba preparado para recibir los centros de los extremos ni tampoco sometía a los centrales a un marcaje fijo, pero los goles se sucedieron al espacio. Extraño en el Barça, pero real. Y ante la falta de un goleador y una referencia, Messi volvió a erigirse como un ser todo poderoso. Se asoció con Coutinho, a quien buscó especialmente para que anotara un gol, y con Dembelé, y los goles llegaron. 

Una foto de Messi durante el partido frente al Levante / EFE

Una foto de Messi durante el partido frente al Levante / EFE

Una foto de Messi durante el partido frente al Levante / EFE

Su presencia sí es incuestionable. Se quedó con un tanto en su cuenta particular, pero pudieron ser más. Estuvo menos clínico que en otras ocasiones, pero el argentino volvió a ser vital para el Barça. Y con este rendimiento, la entrega de Luis y la adaptación, continuada de Dembelé y Coutinho, el tridente de ataque pasará a ser un cuarteto con muy pocas posibilidades. Así se le antoja el futuro al próximo ariete que recale en el Camp Nou. 

Los cuatro delanteros de los que hoy goza Ernesto Valverde son los titulares. Los minutos, excepto para Messi en la mayoría de ocasiones, se dividirán según las necesidades del equipo y el torneo que se juegue y el nueve suplente tendrá un protagonismo simbólico. 

Libertad y control

Tras el experimento en el Ciutat de València, donde Valverde apostó por Dembelé como delantero centro, este jueves se disiparon las dudas. El francés tiene su calidad amarrada a la banda, al espacio y pegado a la cal. Coutinho puede ejercer ese papel como mediapunta, pero solo Messi tiene la capacidad de mimetizarse en cualquier posición.

Con la entrada de Suárez por Coutinho, la orden fue clara. Suárez señaló a Dembelé y le indicó su nuevo carril. Banda izquierda para dejar a Messi jugar en la derecha a pierna cambiada. 

Los jugadores del Barça celebran un gol frente al Levante en la vuelta de octavos de la Copa del Rey / EFE

Los jugadores del Barça celebran un gol frente al Levante en la vuelta de octavos de la Copa del Rey / EFE

Los jugadores del Barça celebran un gol frente al Levante en la vuelta de octavos de la Copa del Rey / EFE

Desde ahí también supo acelerar el juego y bajar al centro del campo para dar constantes salidas de balón a Rakitic, Arturo Vidal y Arthur. Quien llegará todavía es una incógnita, pero lo tendrá crudo para hacerse un hueco entre los cuatro fantásticos.