Una foto de Neymar Jr. / Twitter

Una foto de Neymar Jr. / Twitter

Primer equipo

El PSG desperdició la mejor oferta por Neymar (y se queda el problema)

El club azulgrana fue realmente el único que pujó por un jugador que cuenta con un cartel envidiable, pero con muchos problemas asociados a su persona

5 septiembre, 2019 17:09

Neymar Jr. se quedará una temporada más en París. Obligado, que no por gusto, seguirá llevando el 10 parisino a la espalda. Una realidad a la que tendrá que hacer frente una vez vuelve de la concentración con su selección nacional la semana que viene. Se acabaron las desconvocatorias de Tuchel y como disponible tendrá que lidiar con la tensiones internas del club, el malestar del vestuario y, más preocupante, con una afición que no le quiere. 

Se queda ante la imposibilidad del Barça y el PSG a llegar a un acuerdo por el jugador. Las diferencias económicas fueron insalvables, pese a que el propio jugador ofreció 20 millones de su bolsillo y el club catalán hasta tres jugadores. Una oferta casi irrechazable, que el club francés rechazó por orgullo y autoridad, pese a los problemas evidentes que comporta ahora mantener al carioca en plantilla. 

Único destino

Neymar Jr. cuenta con un cartel internacional casi único, pero nadie es ajeno a la realidad paralela que conlleva su personaje. Fiestas, polémicas, Tois, problemas con la justicia en España y Brasil y un padre difícil de gestionar. El entorno del brasileño coqueteó con el Real Madrid e incluso con la Juventus, dos de sus posibles destinos, pero el único club que verdaderamente apostó por su fichaje, y retorno, fue el Barça

Neymar, su padre y las teorías conspiratorias

Neymar, su padre y las teorías conspiratorias

Neymar, su padre y las teorías conspiratorias 

Es allí donde quiere regresar y en el único lugar donde, desafortunadamente, le pasarán por alto sus costumbres más polémicas. Con una oferta que cualquier club hubiera aceptado, ahora el PSG tendrá que lidiar con una situación difícil de gestionar. Más que un problema, un marrón, como se dice coloquialmente.

Neymar es más que un jugador. Es una marca internacional que mueve millones y al que además tienen atado por distintos contratos en Qatar, pero a efectos deportivos --que deberían ser los verdaderos intereses del PSG-- no tiene tantas diferencias con Dembelé. Más gol, mejor definición y descaro, pero con una velocidad parecida y la misma posición. Algo que hubiera contentado a Tuchel y a Valverde.

Golpe de autoridad

Su negativa les obliga a lidiar con un jugador problemático y además, a competir con un equipo que no está completo en todas sus líneas. Sacarse de encima a Neymar suponía para el PSG eliminar un problema interno, ingresar 150 millones de euros y reforzar todas las líneas. Primero con Dembelé en la ofensiva --quien rindió a un gran nivel bajo las órdenes de Tuchel en el Dortmund--, también con Rakitic en la medular, una zona del campo donde hacen falta efectivos con experiencia y galones. Y en tercer lugar con Todibo. Un defensa con una gran proyección que conoce la liga francesa y que apenas tiene oportunidades en el Camp Nou. 

La negatia a negociar con un club con el que las relaciones institucionales son muy tensas deja al PSG en muy mal lugar. No tiene los refuerzos que quería Tuchel en su totalidad y se queda con Neymar y sus problemas en la capital catalana. El puño de hierro y el golpe sobre la mesa pueden convertirse, con el tiempo, en un problema mayor que solo revelará el tiempo.