Ronald Koeman durante el partido del Barça contra el Levante / FC Barcelona

Ronald Koeman durante el partido del Barça contra el Levante / FC Barcelona

Primer equipo

La Real Sociedad agrava el agujero negro de Koeman

El único gol de los vascos al Barça en el Camp Nou se produjo tras un córner

17 diciembre, 2020 12:28

El FC Barcelona se sigue mostrando muy endeble antes las acciones rivales a balón parado. Los de Ronald Koeman han sufrido seis goles de estrategia en los últimos cuatro encuentros. El último, el gol de William José (29’) para subir al marcador el único tanto de la Real Sociedad en el Camp Nou (2-1) a pase de Portu desde una acción de córner.

Las quejas del técnico holandés después de que el Barça perdiera ante la Juventus (0-3) sobre la falta de actitud en este tipo de acciones, siguen sin surgir efecto. Una jornada más les han marcado a los azulgranas un tanto desde un centro tras un parón del juego.

Ronald Araújo y Óscar Mingueza como pareja de centrales ante la Real Sociedad / EFE

Ronald Araújo y Óscar Mingueza como pareja de centrales ante la Real Sociedad / EFE

Ronald Araújo y Óscar Mingueza como pareja de centrales ante la Real Sociedad / EFE

Las jugadas a balón parado requieren de la máxima intensidad y concentración al defenderlas. Algo que, notablemente, le está faltando al Barcelona en los últimos encuentros.

Las carencias en defensa

El Barça de Koeman sigue sin cerrar su agujero negro en defensa. La gran ausencia de Gerard Piqué se hace notar en el juego del rival a balón parado.

En los últimos cuatro partidos, el Barcelona ha encajado dos goles después de córner, dos tras saques de banda y dos penaltis, ante el Cádiz, la Juve y el último este miércoles frente a la Real.

Ronald Koeman dirigiendo el Cádiz-Barça / FC Barcelona

Ronald Koeman dirigiendo el Cádiz-Barça / FC Barcelona

Ronald Koeman dirigiendo el Cádiz-Barça / FC Barcelona

Un dato muy preocupante para la defensa culé, que pierde la concentración en momentos clave de sus encuentros. Una falta de actitud que está arruinando el buen juego ofensivo, por momentos, del equipo azulgrana. Una sangría que el técnico azulgrana tiene pendiente atajar, sin poder esperar al regreso de Piqué, si el Barça quiere seguir vivo. Sobre todo en La Liga.