Antoine Griezmann con Ernesto Valverde / EFE

Antoine Griezmann con Ernesto Valverde / EFE

Primer equipo

El rompecabezas con Griezmann se pone cada vez más feo

El delantero francés sigue sin encontrar su sitio en el Barça

6 noviembre, 2019 16:28

Empieza a existir cierta preocupación en el seno del barcelonismo con el rendimiento de Antoine Griezmann. Su fichaje se produjo hace casi cuatro meses y resulta evidente que el delantero francés aún no ha logrado adaptarse. Es uno de los que más trabaja defensivamente, pero ese desempeño no justifica los 120 millones de euros que se pagaron por él.

Ofensivamente está dejando mucho que desear. Apenas se asocia con el resto de sus compañeros y no se atreve a encarar ni desbordar a sus rivales. Sus números hasta la fecha son bastante pobres. Ha disputado 14 encuentros, 13 de ellos como titular, y solo ha anotado cuatro tantos. Además, tiene una media de 1,78 tiros por partido, cifra muy baja si la comparamos con la del año pasado en el Atlético de Madrid (2,89).

Síndrome Coutinho

Como se venía advirtiendo desde que se produjo su fichaje, el hecho de jugar anclado en la banda izquierda no le hace ningún bien. Ya no es ese jugador de la Real Sociedad que superaba a los laterales rivales en velocidad. Ahora tiene otras virtudes y la rapidez no es una de ellas. Su adaptación a la nueva posición le está costando y parece complicado que acabe mostrando su mejor versión en ese flanco.

Griezmann en una acción con el Barça contra el Slavia / FC Barcelona

Griezmann en una acción con el Barça contra el Slavia / FC Barcelona

Griezmann en una acción con el Barça contra el Slavia / FC Barcelona

Volvió a demostrarlo ante el Slavia de Praga. Pese a que Luis Suárez fue baja por lesión, Griezmann ocupó la izquierda, con Dembelé en la derecha y Messi en el centro. Y, como ha sucedido a lo largo de la temporada obviando el choque de Eibar, volvió a pasar desapercibido. Apenas entró en contacto con el esférico y no participó en las jugadas ofensivas del equipo.

Da la sensación que Antoine comienza a padecer el síndrome Coutinho. O dicho de otra forma, es un jugador que en el Atlético de Madrid estaba acostumbrado a moverse con total libertad por la parcela de ataque y al llegar a Can Barça se ve obligado a ocupar una posición a la que no está adaptado y que, más que resaltar sus virtudes, evidencia sus defectos.

La conexión con Messi

Uno de los aspectos que más preocupan del juego del delantero francés es su pobre conexión con Leo Messi. Algo que se evidenció mejor que nunca en el choque frente al Slavia: el futbolista argentino solo le dio tres pases a Griezmann, mientras que el galo solo pudo contactar una vez con el 10.

Leo Messi lamentando una ocasión contra el Inter de Milán / EFE

Leo Messi lamentando una ocasión contra el Inter de Milán / EFE

Leo Messi lamentando una ocasión contra el Inter de Milán / EFE

Por si había alguna duda de que a día de hoy la alianza entre ambos está lejos de ser idílica, se pudo comprobar en el minuto 34 del partido ante el equipo checo. Tras una carrera de 35 metros con el esférico pegado al pie, Messi se plantó en la frontal, tenía abierto en la izquierda a Griezmann, completamente solo, pero acabó abogando por tirar a puerta. Su disparo se estrelló contra el travesaño.

Antoine Griezmann tiene mucho trabajo por delante si quiere dejar huella en el FC Barcelona. Pero no solo es responsabilidad suya, sino también del técnico, Ernesto Valverde. Resulta evidente que el delantero francés no cuaja anclado a la izquierda y el Txingurri debe buscar soluciones para que el fichaje estrella del pasado verano se convierta en alguien decisivo.