Rakitic cortando un balón en el Getafe-Barça / EFE

Rakitic cortando un balón en el Getafe-Barça / EFE

Primer equipo

La segunda parte del Barça en Getafe, un aviso a navegantes

En los últimos minutos del partido los de Bordalás estuvieron muy cerca del empate

7 enero, 2019 09:53

El FC Barcelona superó este domingo al Getafe (1-2) en un exigente partido. El encuentro no se preveía fácil, los de José Bordalás son un conjunto muy sólido que no renuncia al choque con el rival. Este planteamiento no favorece en nada al juego de los blaugranas.

Messi y compañía afrontaron el partido como una final. Con una victoria se daba un importante paso adelante en Primera División tras la derrota del Real Madrid ante la Real Sociedad (0-2) y el empate del Atlético de Madrid y Sevilla (1-1). El capitán y Luis Suárez solucionaron con sus goles, una vez más, un partido gris de los de Valverde.

Sin control del juego

El centro del campo (Rakitic-Athur-Vidal) no consiguió controlar el juego. La presión alta de los locales y la falta de precisión de los culés dieron esperanzas a los azulones. Las estadísticas hablan por sí solas. El Getafe, con un 24% de posesión, consiguió disparar a portería 10 veces --dos veces menos que el Barça-- en los 90 minutos.

Arthur Melo peleando un balón con Foulquier / EFE

Arthur Melo peleando un balón con Foulquier / EFE

Arthur Melo peleando un balón con Foulquier / EFE

El partido se descontroló por completo en la segunda parte. El balón no salía nítidamente desde atrás, la presión del rival iba en aumento e incluso los locales tuvieron a tocar el empate. Ni la entrada de Coutinho y Busquets por Dembelé y Vidal dieron el más mínimo síntoma de mejora.

Una defensa desbordada

La defensa blaugrana no tuvo uno de sus mejores días. El técnico del Getafe, José Bordalás, apostaba por dos delanteros con un 4-4-2. Jaime Mata y Ángel tenían la misión de rematar los centros laterales de los jugadores de banda azulones como Foulquier y Antunes.

No es nada nuevo que el Barça sufre contra delanteros grandes de referencia. Pasó lo mismo con Luuk de Jong, del PSV Eindhoven, y Diego Costa, del Atlético de Madrid --precisamente los dos últimos jugadores en marcarle un gol a Ter Stegen--. La pareja ofensiva de los madrileños desorganizaron por completo la zaga defensiva culé.

Jaime Mata (Getafe) celebrando el gol ante el Barça / EFE

Jaime Mata (Getafe) celebrando el gol ante el Barça / EFE

Jaime Mata (Getafe) celebrando el gol ante el Barça / EFE

Ya en los primeros minutos de partido se le anuló un gol a Jaime Mata por posible falta de Ángel sobre Clément Lenglet. Una decisión más que dudosa por parte del colegiado. Piqué y el francés no sabían cómo tapar los peligrosos centros desde la banda.

El gol local llegó dos minutos antes del descanso. Jaime Mata empujaba dentro del área pequeña un balón descolgado por Ángel en el segundo palo. Error defensivo de Jordi Alba y Piqué que dejaron a Lenglet solo con los dos arietes.

Un gran Ter Stegen

Ter Stegen volvió a estar intratable en la portería. Participó pocas veces pero fue providencial un día más. Su mejor intervención fue en el minuto 59. Tras un saque de esquina, Cabrera remató dentro del área un buen balón que fue atajado por el arquero alemán. Ese remate significaba el segundo gol que ponía el empate en el marcador cuando peor estaba el Barça.

Ter Stegen (Barça) parando el balón y evitando el gol del Getafe / EFE

Ter Stegen (Barça) parando el balón y evitando el gol del Getafe / EFE

Ter Stegen (Barça) parando el balón y evitando el gol del Getafe / EFE

El último gol que encajó el portero titular del Barça fue ante el PSV Eindhoven en la quinta jornada de Champions League el 28 de noviembre de 2018. Ter Stegen sumaba cuatro partidos --Villarreal, Espanyol, Levante y Celta de Vigo-- sin encajar un gol hasta la última jornada liguera.

Los culés volvieron a sumar tres puntos de un campo difícil. Los malos resultados de los rivales directos dejan una jornada perfecta para los de Ernesto Valverde. Líderes absolutos y con margen de error no se tiene que olvidar los errores defensivos para los próximos partidos, especialmente en Europa donde los errores se pagan caros.