Xavi e Iniesta, en un partido con el Barça | EFE

Xavi e Iniesta, en un partido con el Barça | EFE

Primer equipo

Xavi, Iniesta y los 290 millones en fichajes fracasados para el medio

El club azulgrana se ha gastado un dineral para reforzar la medular sin resultados

29 junio, 2020 23:03

Ya es oficial. La dirección general del FC Barcelona, en connivencia con la secretaría técnica, han decidido sacrificar a Arthur Melo, uno de los centrocampistas con más potencial de la plantilla, para cuadrar a contrarreloj las cuentas del actual ejercicio. Finalmente, el Barça sacará 72 millones de euros, más 10 en variables, por el brasileño. Sin embargo, gran parte de esta cantidad se usará para conseguir a su reemplazo, Miralem Pjanic.

La irregularidad ha sido el gran inconveniente del carioca durante sus dos temporadas como futbolista azulgrana. Es innegable que cuenta con las características necesarias para el juego de posición que se practica en Barcelona. De hecho, su control de partido y toque de balón enamoraron desde el primer momento al barcelonismo, recordando al mismísimo Xavi Hernández. Sin embargo, los problemas físicos no le han permitido demostrar que merece ser una pieza clave en la formación blaugrana. 

Se le consideraba una activo de presente y futuro, pero la realidad es que no ha acabado de demostrar que merezca ser una pieza insustituible en el esquema culé. Y este hecho, junto a la crítica situación del club a nivel económico, ha provocado que todos los hechos se acelerasen, hasta llevar a malvenderlo. Con esta venta, Arthur se añade a la cada vez más larga lista de fracasos que no han conseguido destacar en la medular del FC Barcelona

Arda Turan y André Gomes, fracasos estrepitosos 

Tras la marcha de Xavi Hernández (julio 2015) y Andrés Iniesta (junio de 2018), el centro del campo del Barça ha quedado huérfano. Sergio Busquets es el único superviviente de una medular de ensueño, que maravilló a todo el planteta. Después de que sus dos leyendas decidiesen dar sus últimos toques lejos del Camp Nou, el conjunto azulgrana decidió reforzar esta posición no con vistas a la cantera, sino a través de fichajes millonarios. Una estrategia que, años después, sigue demostrándose insuficiente.

El mismo verano que salió libre el de Terrasa, se fichó por 34 millones a Arda Turan. Un año antes se fichaba a Ivan Rakitic, el único centrocampista rentable en los últimos años, del Sevilla por 18 millones de euros. Desde entonces, palos de ciego.

El rendimiento del turco no ha podido ser más nefasto. Este 30 de junio, al fin, acaba su vinculación de cinco años con el FC Barcelona, donde ha sido más protagonista por sus polémicas extradeportivas, que por sus actuaciones en el terreno de juego. Especialmente famosas se hicieron sus noches de póker en el Casino de Barcelona. En cinco cursos, solo ha disputado 55 encuentros con la elástica azulgrana. La mayor parte del tiempo se lo ha pasado cedido en Turquía. 

Arda Turan y André Gomes, en un entrenamiento del Barça | FCB

Arda Turan y André Gomes, en un entrenamiento del Barça | FCB

Arda Turan y André Gomes, en un entrenamiento del Barça | FCB

El siguiento mercado de fichajes estival trajo una nueva decepción. El Barça se hizo con los servicios de André Gomes, que llegaba procedente del Valencia como uno de los centrocampistas con más potencial de la Liga. Nada más lejos de la realidad. Su carácter apático y su poca regularidad no le permitieron nunca conectar con el barcelonismo. Dos años le aguantaron en el Barça, hasta que le dieron salida rumbo al Everton, primero como cedido y posteriormente traspasado por 25 millones, 12 menos de los 37 kilos que costó

Ese mismo año también se fichó a otro jugador considerado el nuevo Iniesta, Denis Suárez, que llegó procedente del Villarreal por 3,25 kilos. Denis ya había pertenecido a la disciplina culé, y tras mucho ir y venir, finalmente acabó vendido al Celta y dejando un resultado positivo en las cuentas con los 13 millones que costó su traspaso. Sobre el terreno de juego tampoco convenció. 

Paulinho y Coutinho, duración limitada 

En la temporada 2017/2018 se fichó, procedente de China, a Paulinho, por 40 kilos. Un jugador contrastado, que dio buenos minutos, y con el que incluso se pudo hacer negocio. Jugó 34 partidos, donde anotó nueve tantos en una sola temporada. Y volvió a ser vendido al Guanzhou, sacando cinco millones más por él. Fracaso a nivel deportivo, pero una operación notable a nivel contable. 

Una foto de Arthur Melo y Philippe Coutinho durante un partido del Barça / EFE

Una foto de Arthur Melo y Philippe Coutinho durante un partido del Barça / EFE

Una foto de Arthur Melo y Philippe Coutinho durante un partido del Barça / EFE

Todo lo contrario que la llegada de Coutinhoel fichaje más caro de la historia del Barça (145 millones), y que nunca acabó de convencer en el Camp Nou. El medio brasileño llegaba con la estela de ser el nuevo Iniesta, lo que precipitó el adiós del manchego. Un año después, Coutinho también hacía las maletas, cedido al Bayern y con síntomas casi depresivos. Sigue buscando su mejor fútbol, mientras el Barça sigue buscando comprador. 

Arthur, el último fracaso 

Finalmente, en verano de 2018, el Barça volvió a hacer una inversión importante para completar, de una vez por todas, el centro del campo. Se fichó a un futbolista destinado a liderar la medular, con unas características que recordaban al mismísimo Xavi Hernández. El ya mencionado Arthur, que llegó procedente del Gremio de Brasil, por 31 millones, pero tres años después, también saldrá por la puerta de atrás por culpa de su irregularidad, y la necesidad económica del club. 

Lo que sí es cierto es que el Barça lleva gastados 290 millones para reforzar el centro del campo que ya no están, y a ello habría que sumar las inversiones en Arturo Vidal (18) y De Jong (86). Mientras tanto, seguimos viendo a un Busquets más imprescindible y solo que nunca. El último gran acierto para el centro del campo fue un Rakitic que se fichó en 2014. Y Pjanic, en el ocaso de su carrera, es una completa incógnita. Una muestra más de que la sombra de Xavi e Iniesta es muy alargada.