Xavi se saluda con Luis Enrique tras ganar la final de la Champions de 2015 / EFE

Xavi se saluda con Luis Enrique tras ganar la final de la Champions de 2015 / EFE

Primer equipo

Xavi toma prestadas las enseñanzas de Luis Enrique en su despedida

El actual seleccionador español introdujo cambios importantes en el Barça

6 septiembre, 2022 10:08

Xavi Hernández bebe de muchas fuentes. Varios son los técnicos que le han marcado. Incluso Johan Cruyff, con quien no coincidió. Pero sí trabajó y aprendió mucho de Van Gaal, Rijkaard, Guardiola y Luis Enrique. Con el actual seleccionador solo coincidió una temporada. Fue suficiente.

 

El Barça de Luis Enrique era menos glamouroso que el de Guardiola. Tenía menos toque, pero mucho más vértigo. Elaboraba menos, pero era letal con Messi, Suárez y Neymar.

El triplete

La temporada 2014-15 fue espectacular. El Barça ganó Liga, Copa y Champions. Ese año, Rakitic fue más importante que Xavi y el mediocentro de Terrassa se retiró del Barça al acabar aquel curso inolvidable.

Messi, Suárez y Neymar tenían gol. Pegada. Eran letales. Cuando conectaban, arrasaban. En el centro del campo, Xavi contaba con Sergio Busquets, Rakitic e Iniesta. Les pedía que dieran mucho ritmo a la pelota, que no la retuvieran. Era un Barça vertiginoso.

Lewandowski anotando de volea con el Barça / FCB

Lewandowski anotando de volea con el Barça / FCB

Lewandowski anotando de volea con el Barça / FCB

El Barça de Luis Enrique tocaba y tocaba, pero sobre todo era letal en la contra. Con muy pocos pases, pasaba del área de Bravo o Ter Stegen a la del portero rival. Y la fórmula, muy exitosa, se repite ahora. Sevilla fue un ejemplo muy claro.

Velocidad y gol

Xavi también tiene ahora una delantera de alto nivel. Con Dembelé, Lewandowski y Raphinha, el equipo tiene velocidad y gol. Y en el banquillo están Ansu Fati y Ferran Torres. También Memphis Depay, un futbolista que retiene demasiado la pelota.

El Barça actual apuesta por la intensidad y el vértigo. Quiere mandar en los partidos, pero sobre todo es letal en ambas áreas. Como el primer Barça de Luis Enrique. El del triplete y de la última Champions.