Joan Laporta es un superviviente nato. Nadie lo para, incluso resurgiendo de sus propias cenizas. Pero su temperamento debe ser compensado. Un hombre fuerte y solvente como Jaume Giró no sólo aportaba una cifra muy importante para obtener los avales, también serenidad y reposo en aquellas decisiones u operaciones más delicadas. Despertaba confianza y la fiabilidad de la que carecen otros.

Laporta sabe que ha perdido un gran activo pero le puede más el personalismo, los mamporreros de turno que, pese a no tener tanta credibilidad ni un duro, le aplaudirán con las orejas si hace falta. Laporta es listo y sabe que sólo con este tipo de perfil no podrá tirar adelante una directiva, pero todavía está viviendo del frenesí de una noche electoral apoteósica y el triunfalismo le puede.  De momento, el camino no es el adecuado. Pierde a Giró y apunta a Jordi Casals como máximo directivo del Barça B. Un Casals que, con su etapa en la Federación Catalana de Fútbol, a Laporta le deberían saltar todas las alarmas para ver que no es la persona.

Hacen falta más 'Girós' en su candidatura. Como en su momento se apoyó del difunto e inigualable Jacint Borràs o el gran Albert Perrín. Laporta debe encontrar el encaje entre el perfil pelota que le ría sus gracias (quizás necesario, tampoco lo discuto), y a la vez, aquel amigo serio y leal que siempre te dice las verdades, aunque te duelan...

De momento, seguro Jan debe estar tranquilo. Es un momento delicado pero conseguirá los avales si no se tuercen mucho las cosas en los plazos requeridos. A nadie le interesa que Laporta haga el ridículo y las cosas también se tienen que decir por su nombre. Por ejemplo, José Elías se ha descartado porque no tenía suficiente antigüedad, tan sencillo como esto. No especulemos.

A la vez, cuando pase este trámite, nos deberemos fijar en cómo acabará fiscalizándose el club para poder sufragar el déficit que Bartomeu y los suyos han dejado. Es quizás aquí, con la emisión de bonos y los capitales externos que puedan llegar, donde deberemos centrar todas nuestras miradas.