¡Qué noche amigos! Ya no es que el Barça fuera capaz de ganar en París, es que el Barça fue capaz de volver a competir contra uno de los mejores equipos de Europa y ha dejado claro que, por fin, hemos vuelto.

Confieso que con el 2-1, después de una remontada en un abrir y cerrar de ojos, me temía lo peor. Roma, Liverpool, Bayern… volvieron a aparecer los viejos fantasmas del pasado, pero los cambios de un Xavi que le ganó la partida a Luis Enrique y el trabajo, el talento y el esfuerzo de los jugadores sirvieron para alejar todos los miedos y conseguir un magnífico resultado.

Gracias Barça. Gracias por habernos hecho disfrutar tanto, pero con menos, también nos hubiésemos conformado. Hoy, más que nunca, estamos orgullosos de ser culés, pero esto todavía no se ha acabado. Aún queda lo más difícil. La próxima semana hay que rematar el trabajo en Montjuïc contra un PSG que llegará herido y lo dará todo para estar en las semifinales.

Aquí os esperamos con nuestra gente y nuestra historia que nunca podréis comprar.

Una rivalidad que viene de lejos

Qatar, Neymar, Verratti, Messi, el 6-1, Dembélé y la Superliga son sólo algunos de los motivos que han acentuado esta enemistad entre PSG y Barça que ha ido creciendo con el paso de los años y que lo ha convertido ya en un Clásico de Europa.

Los franceses, en busca de levantarse con una liga de campeones que aún no saben lo que es ganar, siguen teniendo pesadillas con el gol de Sergi Roberto y se vieron sorprendidos por un inconmensurable Barça.

El discurso en la previa de Luis Enrique, un inexplicable comunicado de los ultras del PSG y un mar de lágrimas dejan claro que son un club acomplejado. Su actitud es ridícula. Que miren de dónde sale su dinero, que tengan claro qué y quién les ha hecho estar donde están ahora mismo.

No tienen nada a lo que agarrarse. Ni palmarés ni historia. Sólo un dinero que no les ha dado la felicidad. Por mucho que lo intenten, el PSG está más cerca de ser una moda pasajera que de convertirse en uno de los mejores equipos del mundo.

Que no se nos atragante la 'tacita de plata'

Antes de afrontar el partido de vuelta ante el PSG, el Barça tiene por delante un incómodo, pero importantísimo duelo liguero en el campo del Cádiz. Los de Xavi, sin Lewandowski, Cancelo ni tampoco Íñigo Martínez, deben ganar estos tres puntos justo antes del Clásico en el Bernabéu.

La jornada es mucho más importante de lo que parece. El Madrid tiene un partido trampa en Son Moix y, los de Ancelotti, también tendrán la mirada puesta en el Manchester City. Un tropiezo blanco ante el Mallorca y una victoria del Barça ante el Cádiz permitiría abrir la Liga y afrontar el Clásico del próximo domingo como una auténtica final que podría decidir el título.

Partido a partido. Es vital ganar este duelo ante el Cádiz de Pellegrino para seguir con opciones en la Liga y afrontar con las mejores sensaciones posibles los cuartos de final ante el PSG. Que no se nos atragante la 'tacita de plata'.