Los jugadores del Barça, justo antes del partido ante el Villarreal / CULEMANÍA

Los jugadores del Barça, justo antes del partido ante el Villarreal / CULEMANÍA

Culemaníacos

Más pitos que aplausos: los jugadores señalados por el Camp Nou

La afición despidió a algunos futbolistas que ya no volverán a vestir la camiseta azulgrana

23 mayo, 2022 00:02

Partido de despedidas, aplausos al principio y silbidos finales en el Camp Nou. La afición culé, que llenó parcialmente las gradas de un estadio con 54.850 almas, aprovechó el último compromiso liguero para transmitir a sus jugadores el perdón --a medias-- por haber firmado una temporada en blanco, y también la esperanza de que la próxima campaña 2022-23 el escenario sea otro bien distinto. Todo ello, en un partido que acabó con derrota y sensaciones más agrias que dulces para un Barça en plena reconstrucción.

La triste despedida de Adama

Xavi Hernández ya reconoció en rueda de prensa que ha hablado con algunos de los jugadores que no seguirán después del verano, y utilizó el choque ante el submarino amarillo para colocar en el once a alguno de estos futbolistas sentenciados. El caso más llamativo fue el de Adama Traoré, titular debido a la voluntad de despedirle de la mejor de las maneras, agradeciendo el esfuerzo que hizo en enero para regresar cedido al Barça.

El club no abonará la cláusula de compra de 30 millones de euros, algo de lo que tanto Xavi como el propio futbolista son conscientes. También los aficionados, que aplaudieron a la Flecha de L'Hospitalet cada vez que tocó el balón y sembró peligro con sus centros y carreras al espacio. La pena fue que, justo antes de ser sustituido en el segundo tiempo, el catalán dio la asistencia del segundo gol del partido al Villarreal. Un pase de la muerte que, tras el esfuerzo de haber bajado a defender hasta el área de Ter Stegen, jamás debió mandar al corazón del área propia. Triste manera de despedirse del club de sus amores.

Adama Traoré, durante el partido contra el Villarreal en el Camp Nou / EFE

Adama Traoré, durante el partido contra el Villarreal en el Camp Nou / EFE

Adama Traoré, durante el partido contra el Villarreal en el Camp Nou / EFE

Alves y Araujo, dos de los más coreados

Dani Alves fue otro de los aplaudidos, aún con el futuro en el aire, mientras que la titularidad de Lenglet se urdió entre la obligación --sin Piqué y Eric García por lesión-- y el gesto de agradecer su implicación en el equipo pese a ser el cuarto central de la plantilla en la actualidad. El brasileño, recordemos, todavía sin la certeza de que vaya a hacer las maletas en los próximos meses.

Quien se llevó la palma en cuanto aplausos, cánticos y amor incondicional de la afición fue Ronald Araujo. Porque renovó pese a tener ofertas mejores, porque volvió a demostrar --como en cada partido-- que juega siempre a la máxima intensidad y porque defiende los colores blaugrana como si hubiera mamado barcelonismo desde niño. Los fans corearon su nombre varias veces, y lanzaron el aire el tradicional grito de "¡uruguayo!" cuando la ocasión lo mereció.

Ronald Araujo y Dani Alves, pugnando por un balón con Alfonso Pedraza / EFE

Ronald Araujo y Dani Alves, pugnando por un balón con Alfonso Pedraza / EFE

Ronald Araujo y Dani Alves, pugnando por un balón con Alfonso Pedraza / EFE

0-2, murmullos y ambiente enrarecido

El gol de Alfonso Pedraza en el minuto 41, por desgracia, silenció muchos de los cánticos y los sustituyó por silbidos cada vez que el Barça erró algún pase claro, o que el Villarreal ralentizó el juego para arañar segundos al marcador. Del calor optimista se pasó a un frío silencio acompañado de murmullos; la metáfora perfecta de lo que ha sido esta temporada 2021-22 para un Barça con dos caras muy diferenciadas. Un ambiente enrarecido que empeoró con el 0-2 en el minuto 55, después del error garrafal de Adama Traoré.

Xavi sacó del campo al de L'Hospitalet y a Aubameyang para dar entrada a Ansu y Dembelé. Resulta lógico que Adama caminase cabizbajo, visiblemente afligido al irse del campo (y del Barça) tras regalar una diana al rival. En el banquillo sus compañeros intentaron animarle, pero sin demasiado éxito. Los minutos transcurrieron con una afición que no sabía muy bien si animar o quejarse, y de ahí un silencio interrumpido por onomatopeyas de frustración cada vez que el equipo azulgrana fallaba un disparo o un pase al espacio.

Cánticos para Xavi... ¡y Mbappé!

Como no había demasiados alicientes, a falta de veinte minutos para el final el público se dedicó a corear el nombre de Xavi Hernández, recompensando así su esfuerzo para cambiar la dinámica de un equipo que, por desgracia, despidió la temporada pareciéndose más al de Koeman que al del egarense. El ambiente se calentó aún más cuando un gol de Frenkie de Jong, tras disparos previos de Memphis y Ansu Fati, fue anulado por fuera de juego previo del número 10. Ni siquiera la suerte favoreció a los culés cuando más lo necesitaban; tampoco un Frenkie que podría ser utilizado para hacer caja este verano.

Frenkie de Jong, otro de los jugadores del Barça con el futuro en el aire / FCB

Frenkie de Jong, otro de los jugadores del Barça con el futuro en el aire / FCB

Frenkie de Jong, otro de los jugadores del Barça con el futuro en el aire / FCB

En la jugada, por cierto, participó otro de los jugadores que harán las maletas y que había entrado minutos antes: Riqui Puig. El canterano fue aplaudido cada vez que tocó el balón, igual que un Dembelé que estuvo a punto de marcar con un tiro lejano en el minuto 75. Así se llegó a la segunda pausa de hidratación del choque y, durante esos segundos, el público tiró de cachondeo al corear el nombre de Kylian Mbappé para mofarse de los merengues.

Aplausos a Mingueza y Luuk; pitos a Dembelé

El último cambio del Barça fue la entrada de Mingueza --otro que está fuera del equipo-- por Dani Alves, ambos aplaudidos por un Camp Nou resignado y también impaciente con sus futbolistas. Dembelé, sin ir más lejos, fue silbado por un sector de la afición al controlar mal un balón. Y, pasados los minutos, el partido finalizó con derrota. Ahí fue cuando la mayor parte de la afición culé despidió al equipo con pitos, a excepción de un Luuk de Jong que saltó al césped con el encuentro ya finalizado, aplaudiendo al público y ganándose una sonora ovación con cánticos de "Luuk! Luuk! Luuk". Noche de contradicciones en el Camp Nou.