Ha finalizado la temporada y es hora de tomar decisiones. Y los acontecimientos parecen evidenciar que Joan Laporta no tenía un proyecto deportivo definido a pesar de haber tenido mucho tiempo para prepararlo porque desde enero ya sabía que ganaría las elecciones. También conocía perfectamente la situación económica del club dado que el presidente de la gestora se lo detalló a los candidatos y les entregó la auditoría completa. Estamos casi en junio y no hay director deportivo, no hay entrenador confirmado para la próxima temporada y el mejor jugador del mundo está sin renovar. Y no hay rastro de la rebaja salarial que parecía obligatoria para minimizar las pérdidas económicas provocadas por el Covid. Por supuesto que hay tiempo por delante pero el vodevil que se está representando con el futuro de Koeman evidencia que no hay una idea clara. La comida retransmitida en Via Veneto y el “pase usted por el despacho del presidente” de este martes son escenas que podrían haberse ahorrado. Si ayer tampoco había una decisión clara ¿para qué se le convoca presencialmente?

En un mundo tan profesional, la discreción y el apoyo público a las máximas figuras del club mientras ostenten un cargo de responsabilidad son una obligación del presidente. Si se le quiere destituir se le comunica y se anuncia oficialmente en lugar de erosionar su imagen y debilitarle públicamente. Koeman no es un cualquiera, es una leyenda del barcelonismo y mereció mucho más apoyo institucional tras ganar la Copa y hacer crecer al equipo hasta depender de sí mismo para luchar por el doblete y, ahora, mucho más respeto.

El entorno de Laporta dice que todo puede pasar aunque es incomprensible que todavía no haya sido confirmado cuando la mayoría de los análisis de la opinión pública y publicada, incluso la del presidente con el “fin de ciclo”, responsabilizan a los jugadores, por reincidentes, del vergonzoso final de Liga que ha protagonizado el equipo. Los ejecutivos del área deportiva del Barça, Mateu Alemany (director de futbol) y Ramón Planes (secretario técnico) recomiendan en sus informes la continuidad del técnico holandés, Laporta no tiene un sustituto claro y a la preocupante situación económica del club no le conviene soportar altas indemnizaciones.

Sobre el director deportivo estaría bien que Laporta aclarara si espera a Jordi Cruyff, si sigue buscando otro, o si en su estructura es una pieza prescindible porque sigue confiando en el secretario técnico que fue tan criticado mientras era el de Bartomeu. Y sobre Leo Messi, hay que renovarle dejándole bien claro las limitaciones económicas del club pero no montarle un proyecto a su alrededor porque está en el ocaso de su carrera. Ya basta de que la opinión o preferencia de los futbolistas condicionen la gestión deportiva del club. Y respecto a los fichajes low cost están bien hechos si se trata de buenos jugadores como Wijnaldum, Éric García o Depay. Del Kun Agüero hay algo que huele a chamusquina y es que Guardiola llore por su marcha pero no le haya propuesto la renovación. Por algo será.