Imagen de archivo de Pep Segura en una rueda de prensa con el FC Barcelona / EFE

Imagen de archivo de Pep Segura en una rueda de prensa con el FC Barcelona / EFE

Palco

Los fichajes de Pep Segura para el Barça que han fracasado

Algunas de las incorporaciones que se han producido bajo su supervisión han resultado una completa decepción

6 junio, 2019 02:21

El mal final de temporada del FC Barcelona ha dejado a muchos hombres en el disparadero. Unos culpan a los que están sobre el terreno de juego o en el banquillo. Otros apuntan más hacia arriba y miran directamente a aquellos que se sientan en los despachos: la gestión de la dirección deportiva y de la junta directiva ha levantado muchas críticas tras las derrotas frente al Liverpool y el Valencia.

Ernesto Valverde fue ratificado off the recordBartomeu ha descartado en todo momento convocar elecciones anticipadas, y la operación salida se acabará de perfilar los próximos días. Así las cosas, el eslabón del club que crea más dudas en este momento es la dirección deportiva. Y Pep Segura, mánager general de fútbol del FC Barcelona, ha sido señalado como el principal responsable por los malos resultados del equipo este final de curso.

Llegó al FC Barcelona en 2015 de la mano de Josep Maria Bartomeu, que apostó firmemente por él. Después de dos ejercicios a cargo del fútbol formativo profesional, ascendió a su actual cargo en 2017. Es el principal encargado de decidir qué jugadores deben llegar al club y cuáles no. De ahí nacen las dudas: en las dos últimas ventanas realizó algunos fichajes que han resultado un completo fracaso y Ernesto Valverde apenas ha podido (o querido) contar con ellos en el tramo decisivo. Léase Malcom, Murillo Boateng.

41 millones como venganza

De todos ellos, el brasileño fue el único que llegó el pasado verano. El curso anterior había sido una de las grandes revelaciones de la Ligue 1 anotando 12 goles y repartiendo ocho asistencias en 38 encuentros con el Girondins. Lo tenía hecho con la Roma, pero en el último momento la entidad azulgrana puso 41 millones de euros sobre la mesa del equipo de Burdeos y el extremo ni se lo pensó. De paso, se devolvía al equipo italiano la humillación a la que sometió al Barça unos meses antes.

Malcom lamentando una ocasión con el Barça / EFE

Malcom lamentando una ocasión con el Barça / EFE

Malcom lamentando una ocasión con el Barça / EFE

Diez meses después, Malcom está más cerca de ser un juguete roto que una promesa. Ha sido incapaz de convencer a Ernesto Valverde, y no será porque no lo ha intentado. Anotó goles importantes, como el del Giuseppe Meazza o el de la ida de semifinales de la Copa del Rey frente al Real Madrid. Siempre que ha salido al terreno de juego se ha dejado la piel, pero no ha logrado que el Txingurri cambiara su opinión. Ha disputado 24 partidos, solo once de ellos como titular.

Tampoco le ha ayudado la feroz competencia con Philippe Coutinho Ousmane Dembelé ni el hecho de tener un perfil relativamente similar al de Leo Messi: en Burdeos, empezaba las jugadas desde la derecha para dirigirse hacia el centro y buscar el disparo. En Barcelona, debido a la presencia del argentino, se ha visto obligado a jugar en el flanco izquierdo, donde se han minimizado sus virtudes y se han multiplicado sus defectos. Ahora, el club le busca una salida y espera recuperar los 41 millones del pasado verano.

Murillo, la petición de Valverde

Antes de que empezara la ventana de invierno, el FC Barcelona hizo oficial la incorporación de Jeison Murillo. El colombiano fue la solución de urgencia a las bajas de Samuel Umtiti y a las contínuas lesiones de Thomas Vermaelen. Llegó en condición de cedido procedente del Valencia donde, por cierto, solo había disputado tres encuentros en media temporada. En este caso, no fue una decisión de Pep Segura, sino que fue petición expresa de Ernesto Valverde.

Una foto de Jeison Murillo en un entrenamiento del Barça / EFE

Una foto de Jeison Murillo en un entrenamiento del Barça / EFE

Una foto de Jeison Murillo en un entrenamiento del Barça / EFE

La incorporación del colombiano dejó de tener sentido cuando a finales de enero se hizo oficial el fichaje de Jean-Clair Todibo, joven central procedente del Toulouse. Eso sumado a la recuperación de Samuel Umtiti y a la inamovilidad de Gerard Piqué Clément Lenglet, provocó que Murillo (como Todibo) pasara desapercibido. Ha disputado cuatro encuentros: los dos de la ronda de octavos de final y los intranscendentes duelos frente a Huesca Celta en Liga. Partidos que, de no ser por él, podrían haber jugado Chumi Cuenca, del filial. La cesión caduca el 30 de junio y el colombiano volverá a la disciplina del Valencia.

Boateng

La obra maestra de Pep Segura y la dirección deportiva aún estaba por llegar. Tras la marcha de Munir El Haddadi el club buscaba a un delantero con experiencia en la Liga que pudiera dar descanso a Luis Suárez. De todos los nombres que se barajaban el elegido acabó siendo Kevin Prince Boateng, que hasta entonces militaba en el Sassuolo italiano. La decisión sorprendió hasta al propio futbolista, que cuando su agente le dijo que se iba a Barcelona pensaba que fichaba por el Espanyol. Como Murillo, llegó cedido.

Kevin Prince Boateng se enfada durante un entrenamiento del Barça / FCB

Kevin Prince Boateng se enfada durante un entrenamiento del Barça / FCB

Kevin Prince Boateng se enfada durante un entrenamiento del Barça / FCB

El balance del ghanés como futbolista azulgrana ha sido deplorable. Ha disputado cuatro encuentros y no ha podido marcar ni un solo gol. Fue tan pobre su rendimiento que tras la lesión de Luis Suárez tuvieron más oportunidades los canteranos Collado, Abel Ruiz Carles Pérez. Esas que podrían haber tenido si en vez de incorporar al ghanés, el club azulgrana hubiera apostado por los talentos del filial desde el principio. El rendimiento de los jóvenes no habría distado tanto del de Boateng. Es más, quizás lo hubiera mejorado.

Malcom, Murillo Boateng. Tres fichajes que podrían condenar a Pep Segura, aunque no será así por el momento. Ninguno de ellos ha contado para Ernesto Valverde y han tenido una relevancia nula en el equipo. En el caso de los dos últimos, la cesión acabará y volverán a sus clubes de origen. Por lo que respecta al primero, al Barça no le queda otra que esperar una oferta que iguale o supere los 41 millones que pagó hace un año.

Arturo Vidal 

El único de los fichajes imputables a Pep Segura que se salva de la quema es Arturo Vidal, que si bien simboliza un estilo de juego muy alejado de lo que es el modelo Barça, ha dmeostrado ser un jugador con carácter y de los que suman, sobre todo entrando desde el banquillo. La contratación del chileno tampoco fue vista con buenos ojos por Valverde al principio, pero finalmente se acabó imponiendo con sudor, y por méritos propios, hasta ser titular en partidos decisivos como la ida y vuelta contra el Liverpool. Los fichajes de Arthur y Lenglet sí que estaban consesuados con el Txingurri, siendo el brasileño una propuesta del anterior secretario técnico, Robert Fernández