Para el próximo curso, el Barça cuenta ya con 35 jugadores en la primera plantilla. Entre los que tienen contrato, las jóvenes promesas del filial, los que acaban su cesión, los ya fichados para la próxima campaña como Trincao, Pedri y Matheus Fernandez, y por supuesto, los que todavía tienen que llegar.
Un 'overbooking' desmesurado y difícil de gestionar. Por razones de espacio, logística, dinero y seguridad sanitaria no pueden seguir todos. El Barça necesita hacer caja pero ¿hasta qué punto tendrá algo que decir Setién sobre las salidas? Con los cedidos, sólo veo a Rafinha, Aleñá y Coutinho capaces de convencer al cántabro aunque siendo realistas solamente Aleñá podría encajar en los planes económicos del club.
Con los que van a llegar (Trincao, Pedri y Matheus Fernandes) tampoco podemos ilusionarnos todavía. Su futuro de momento pasa por seguir curtiéndose lejos del Camp Nou y volver en uno o dos años. Quedárselos ahora supondría truncarles su proyección.
Respecto a los chicos del filial que ya están entrenando con regularidad con el primer equipo (Iñaki Peña, Ansu Fati, Riqui Puig, Araujo, Monchu y Collado), todos tienen opciones de ganarse una plaza para la próxima temporada con Setién pero también todos son jugadores susceptibles de hacer las maletas. El ascenso del Barça B sería un gran argumento para que los que no tuvieran sitio siguieran una temporada más en el club.
Y finalmente, con los jugadores de la primera plantilla actual, es prácticamente imposible saber qué pasará. De momento solo hay dos intocables: Messi y Ter Stegen. El resto podría entrar en el marco de la operación salida, cualquiera podría tener su futuro lejos de Can Barça. Llegará Lautaro, llegará Pjanic, llegarán más refuerzos y pese a que todos están muy a gusto y acomodados en el club y en la ciudad, alguna sorpresa habrá.
Por seguridad económica y sanitaria se tienen que producir entre 12 y 14 salidas. A Bartomeu no le temblará el pulso y pronto podremos ver las consecuencias de un 'mercato' con más bombazos y rebajas que nunca.
