Una foto de Josep Maria Bartomeu junto a Calsamiglia y Cardoner / EFE

Una foto de Josep Maria Bartomeu junto a Calsamiglia y Cardoner / EFE

Palco

La obsesión de la junta por Neymar y Griezmann deja una víctima

La incorporación de ambos delanteros pone en jaque la figura de un peso pesado del vestuario muy cuestionado por su edad y rendimiento

6 julio, 2019 09:06

La junta directiva debe decidir en los próximos días si finalmente aborda la operación retorno de Neymar Jr. al Camp Nou. Una operación que pone en jaque otros fichajes prioritarios, como un central o un delantero centro, la economía del club y también la convivencia dentro del vestuario azulgrana.

El Barça debe elegir entre dos de las incorporaciones que todavía están en el aire, Neymar o De Ligt. Con De Jong presentado este viernes y Griezmann cerrado a falta de confirmación oficial, el mercado todavía da esperanzas al club catalán entorno al fichaje del holandés. El central parecía tenerlo todo atado con la Juventus, pero las negociaciones entre el Ajax y la Vecchia Signora por el precio del central han obligado a los holandeses a poner el freno de mano a la operación hasta nueva orden.

Si finalmente el zaguero no recalara en el Camp Nou, el club catalán tendría vía libre para apostar el resto de su presupuesto en el fichaje del brasileño, quien no convence a todos los directivos del club, pero cuenta con el beneplácito de Bartomeu.

Las consecuencias

La reincorporación del carioca levanta ampollas en el barcelonismo, y también en una parte de la junta directiva. De hecho, las diferencias deportivas que se respiran en la junta entorno al proyecto de futuro del club han sido uno de los motivos de peso por los que Jordi Mestre presentó su dimisión "irrevocable" este miércoles

La posibilidad de tener en plantilla a Messi, Suárez, Neymar y Griezmann es tan real como idílica. Conformaría --de cuajar-- una ofensiva temible en Europa, pero también se cobraría una víctima inesperada: Luis Suárez.

Luis Suárez lamenta una ocasión con el FC Barcelona / EFE

Luis Suárez lamenta una ocasión con el FC Barcelona / EFE

Luis Suárez lamenta una ocasión con el FC Barcelona / EFE

El uruguayo lleva meses en el punto de mira. Sus cifras goleadoras se mantienen regulares en Liga, pero en Europa, donde el Barça necesita recuperar el trono, el charrúa lleva pasando desapercibido dos temporadas consecutivas. Asimismo, su edad y sus problemas en su rodilla obligan al club a reforzar la plantilla con un delantero centro joven que asuma en unos años su rol y que pueda darle verdadero descanso.

¿La MGN?

Valverde necesita un delantero centro de garantías y que sea competencia directa. Un fichaje que podría no llegar este verano, pero que podría estar en casa:  Leo Messi. Con Neymar y Griezmann en plantilla, y Messi como líder del conjunto catalán, el argentino podría recuperar ese rol de falso nueve que tantas alegría dio a la hinchada culé con Guardiola. De ser así, la figura del uruguayo quedaría a un lado si no consigue mejorar su rendimiento deportivo. Una situación que le llevaría al banquillo. Es una posibilidad casi imposible de imaginar hoy por hoy, pero si se conforma la MNG (Messi, Neymar, Griezmann) por edad y rendimiento, el 9 azulgrana será quien acabe pagando los platos rotos sentado en el banquillo. 

Asimismo, algunos directivos son partidarios de vender al uruguayo si llega una buena oferta por él. La venta no se dará, casi con toda seguridad este verano, pero no se descarta para próximas ventanas si francés, brasileño y argentino consiguen ofrecer la mejor versión ofensiva del Barça. Una opinión que gana enteros también por otro motivo de peso: dentro de la junta existe cierta crispación hacia al delantero. Suárez disputó casi toda la temporada con molestias en la rodilla y pese a esclarecer que la operación de menisco era la única opción y que ocurrió tras el encuentro ante el Liverpool, su decisión molestó a algunas voces de autoridad dentro del club. 

Suárez se mantiene a salvo bajo la protección de Messi, pero si no da argumentos deportivos, ni el capitán podrá defenderle. Neymar y Griezmann se presentan como nuevos --y los mejores-- aliados, pero podrían convertirse en su verdugo.