Erling Haaland es, tras Kylian Mbappé, el futbolista más deseado. El Barça, el Real Madrid, el Manchester City y el Bayern de Múnich están dispuestos a hacer una locura por un futbolista con pinta de jugador de balonmano o baloncesto que tiene mucha pegada y un representante que sabe vender el producto.

Los expertos aseguran que Haaland, de 21 años, será el delantero de culto de la próxima década. Clase tiene poca, pero las enchufa casi todas y ya se sabe que en el fútbol lo que más se paga es el gol. Y el noruego suele ser letal en el área. Falla poco, aunque se lesiona mucho.

Haaland, como informaba Culemanía, ha sufrido 15 lesiones en los últimos tres años. La última, una rotura de fibras, parece complicarse, pero su valor de mercado, según Transfermarkt, es de 150 millones de euros. Una brutalidad en los tiempos actuales.

El futuro de Haaland es incierto. Lo más probable es que no siga en el Borussia Dortmund, que este verano ingresará 75 millones de euros por su estrella. En el Manchester City les seduce mucho el futbolista, pero palidecen cuando deben hacer tratos con Raiola, un representante con pocos escrúpulos

Barça y Real Madrid parecen ser los clubes mejor posicionados para fichar a Haaland. En la capital de España, Florentino Pérez asegura que tiene un compromiso verbal con el futbolista. Igual que con Mbappé, cuya contratación parece complicarse por las presiones de Qatar. Los dirigentes del país del Golfo Pérsico están dispuestos a todo para retener un año o dos al futbolista francés. En París aseguran que el PSG ya ofrece un contrato por dos temporadas a cambio de 200 millones de euros. Otra salvajada.

Florentino, curiosamente, también tiene la palabra de Mbappé de que jugará en el Real Madrid a partir del 1 de julio de 2023. El presidente de ACS, ambicioso en grado superlativo, quiere juntar al delantero francés y a Haaland en un equipo que también tiene a Benzema y Vinicius. La lucha de egos puede ser espectacular.

Haaland parece ser otro capricho de Florentino, que no necesita secretarios técnicos ni asesores. En el Barça, en cambio, el fichaje del delantero del Borussia Dortmund es una necesidad. Y una obsesión para Laporta. El presidente azulgrana considera que Haaland es la pieza clave para liderar la renovación de un equipo en pleno proceso de renovación y para lograr nuevos ingresos publicitarios. Sin Messi ni Griezmann, el Barça necesita un futbolista global. Y Haaland, un claro producto de marketing, lo es.